El próximo mes de abril comenzarán las obras de renovación de las redes de agua y alcantarillado del municipio de La Guardia. Dichas mejoras son a cargo del Plan de Inversión comprometido por Aqualia con el Ayuntamiento en su oferta del pasado mes de julio, con la cual se renovó el contrato de este servicio por los próximos 20 años.
Esta inversión supondrá un total de 605.000 euros (500.000 más IVA), con cargo a la nueva cuota de infraestructuras, que supone 1 euro al mes para cada contrato y que la concesionaria se comprometió a adelantar en su oferta a un interés del 5%. Con esta importante cifra se sustituirán un total de 4.385 metros de red de abastecimiento de agua, y 1.611 de saneamiento. Especial importancia tiene este hecho teniendo en cuenta que actualmente el 35% del agua que se compra a la Mancomunidad del Río Algodor se pierde en el subsuelo debido al estado de deterioro de la red (que cuenta con más de 70 años en algunos tramos). Esta pérdida es inasumible y con esta inversión se espera reducir al menos en un 20%, quedando ya en unas cifras razonables. Cabe destacar que en 2007, cuando Aqualia tomó por primera vez la gestión del agua de La Guardia, las pérdidas eran de más del 70%, por lo que se pretende que en poco más de 10 años el aprovechamiento del agua comprada pase de ser un 30% a un 85%.
En cuanto a las calles afectadas por la renovación de redes, serán las siguientes: Calle Ancha, Plaza Cabezas, Cercas del Cura, Guillermo Cabeza, Indiano, La Rosa, Leones, Levante, Luján, Madera, Mayor, Pablo de Mora, Paradores, Portazgo, Procesiones, El Romeral, Tambores, Valentín Escobar, Villeta, Travesía del Batán y Calle Barco. La elección de estas vías y no otras se ha hecho en base a criterios estrictamente técnicos, para sustituir los tramos en peor estado de conservación.
Las obras tendrán una duración de 12 meses a contar desde el inicio de las mismas y se irán haciendo por sectores.
Además de la sustitución de tuberías, válvulas y acometidas, el plan de inversión de Aqualia para La Guardia contempla reforzar el mallado de la red de abastecimiento, es decir, conectar varias calles en al menos dos puntos para evitar cortes de agua cuando se produzcan averías.
Una de las novedades más llamativas es la instalación de dispositivos de telegestión en la red de agua potable, con los cuales se controlará de forma remota el caudal y la presión del servicio, lo cual permite localizar inmediatamente una fuga antes de que aparezcan los primeros síntomas y tomar medidas para evitar que los daños sean mayores. Esto es lo que técnicamente viene llamándose servicios de “Ciudad Inteligente” o de Smart City.